Un día en Covadonga: santuario, basílica y sus fantásticos lagos

Si estás buscando un lugar que combine paisajes épicos y una buena dosis de historia, ¡Covadonga es el sitio perfecto! En este post te voy a contar cómo organizar una escapada de un día para que aproveches cada minuto (y no termines perdido buscando dónde están los lagos) y algunos consejos importantes para facilitarte la visita.


Depende de lo que te guste más, si la naturaleza o la historia, aquí encontrarás ambas. Puedes escoger el orden que quieras, subir primero a los lagos y después santuario y basílica, o al revés. Nosotros escogimos primero santuario, después basílica y por último, subir a los lagos. Lo hicimos así porque fuimos temprano y tuvimos sitio dónde aparcar. Después de esa visita, subimos a los lagos. Ojo al consejo más adelante para subir en tu coche. ¡Empecemos!

Primera parada: el Santuario de Covadonga

Tu aventura empieza en el Santuario de Covadonga, una joya incrustada en la roca. La Santa Cueva, donde reposa la Virgen de Covadonga (o "La Santina", como la llaman los asturianos), es tan pintoresca que parece sacada de una peli medieval. Además, está rodeada de cascadas que le dan un toque mágico.




Consejo de viajero: aparcar puede ser un poco caótico, especialmente en temporada alta. Si llegas temprano, te ahorrarás un ataque de nervios y te aseguras las mejores vistas con menos gente.



La Basílica de Covadonga: un paseo al pasado

A un paseíto corto desde la cueva encontrarás la Basílica de Covadonga, un edificio que parece un castillo salido de un cuento de hadas... pero más asturiano. Sus tonos rosados, por la piedra caliza local, brillan con la luz del sol (si tienes suerte de que no llueva, claro, que aquí es muy fácil que pase).




No olvides entrar a echar un vistazo. Aunque no seas fan de las iglesias, esta te sorprenderá por su elegancia y tranquilidad.

Subimos a los lagos: ¡la naturaleza ha llegado!

Ahora viene la parte más espectacular del día: los lagos de Covadonga, que están rodeados de montañas y te dejarán con la boca abierta. No desesperes si cuando llegas está cubierto de niebla, muchas veces suele pasar pero casi siempre acaba despejando hacia media mañana o al mediodía.

El primero de los lagos que ves nada más llegar es el lago, Enol. 




Más adelante, pasando la montaña, el Ercina, que puedes llegar en coche rodeando la montaña o bien andando por un sendero bien habilitado que sube y baja la montaña.




Para llegar a los lagos, hay que tomar una carretera de montaña que puede ser un poco intimidante si no estás acostumbrado, pero tranquilo: en verano y días señalados hay autobuses lanzadera que facilitan el acceso. Deja el coche abajo en alguno de los aparcamientos habilitados para ello y desde dónde salen los buses. Conviene que vayas temprano para poder coger el bus tranquilamente y evitar hacer tantas colas. 

Cuando llegues, prepárate para caminar un poco, porque las mejores vistas requieren esfuerzo. Los senderos están bien señalizados, y si no te apetece andar mucho, puedes simplemente sentarte y disfrutar del paisaje (y de un bocadillo, que aquí sabe mejor). Lo que sí, no molestes a las vacas y ovejas que están por allí sueltas, ellas también quieren estar tranquilas y descansar.




Consejo de viajero: Puedes subir a los lagos en tu coche. ¿Cómo? Si reservas para comer en el restaurante que está arriba, en el lago Enol, te habilitan la matrícula para que se te abra la barrera y puedas entrar. Eso sí, te cobran un adelanto de 25€ por persona (precio en 2023) que será descontando de la factura final de la comida. Nosotros lo hicimos y fue genial. 



Eso sí, si vas en tu coche prepárate para ir por carreteras súper estrechas, cruzándote con autobuses subiendo y bajando e incluso vacas de paseo, sin casi inmutarse por los coches.



Bonus: ¿Por qué no terminar con algo de gastronomía local?

Después de toda esa belleza natural y espiritual, seguro que el estómago empieza a rugir. Por suerte, estás en Asturias, así que las opciones para comer bien son infinitas. Cerca de Covadonga puedes encontrar sidrerías donde disfrutar de un buen cachopo, fabada o quesos locales. ¡Eso sí que es terminar el día con broche de oro! Y qué mejor que hacerlo que en el restaurante de los propios lagos.





Consejos finales

  1. Lleva calzado cómodo: aunque no vayas a hacer una ruta de montaña extrema, caminarás bastante.
  2. Capa para la lluvia: esto es Asturias, y el tiempo aquí cambia más rápido que tu humor cuando tienes hambre. Ojo, o crema solar si te pilla casualmente un día de sol.
  3. Madruga: porque nadie quiere pelearse por aparcar o andar esquivando gente para hacer una buena foto y para coger el bus que sube a los lagos
  4. Subir en tu propio coche: comentado anteriormente en este post. ¡Puedes!


En resumen, Covadonga es el planazo ideal para una escapada de un día. Naturaleza, historia y comida rica... ¿qué más se puede pedir? ¡Anímate y cuéntame cómo te fue después!


Comentarios

  1. Gracias por escribir de forma tan atractiva y práctica sobre la zona de Covadonga y los lagos. Los consejos que das son muy bien recibidos (como el de que te reservan aparcamiento con el adelanto de unos euros que luego te descuentan del precio de la comida). Nosotros hemos ido a pie pues fue en una semana de trekking (he escrito casi una docena de posts sobre ese recorrido precioso) y llegamos a Covadonga en tren y autobús.
    La comida local está de rechupete y el entorno invita a respirar a pleno pulmón. Enhorabuena por el reportaje. Te invito a comentar alguno de los míos sobre ello si buscas "Covadonga" en el blog.
    Muchas gracias y saludos cordiales.

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  2. Hola, ¿has podido leer mi mensaje?
    Saludos

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    1. Hola Marcos, muchas gracias por tus comentarios. Me pasaré por tu blog porque me interesa mucho la parte del trekking para cuando vuelva. Es un entorno espectacular

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  3. Muchas gracias. Acabo de seguirte.
    Saludos

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