La ciudad de Nueva York está plagada de símbolos que hace única a la ciudad. Pero por encima de todos están algunos mundialmente conocidos como son el Empire State Building (ESB), el Rockeller Center con su Top of the Rock (TOR), la estatua de la libertad, Central Park y el famoso puente de Brooklyn.
Si podéis subir al ESB y al TOR mejor que mejor. En caso de que sólo os estéis planteando subir a uno sólo, mi consejo sin duda es el TOR, ya que ofrece unas vistas mucho más espectaculares que el ESB. Y a la pregunta de cuándo subir, pues yo os diría como hemos hecho nosotros, una hora antes de que se ponga el sol es muy buena hora para subir al TOR, así disfrutaréis de unas impresionantes vistas de toda la ciudad de día, con la puesta de sol y de noche. En el ESB no conviene hacer esto porque las colas son mucho más largas y se tarda mucho más en llegar al mirador, con lo que a lo mejor entráis de día pero cuando deis llegado arriba de todo ya ha oscurecido, eso es lo que nos ha pasado a nosotros, así que el ESB mejor de noche.
El Empire State Building es el rascacielos más alto de la ciudad de Nueva York, al menos en el momento de este post. Según mi experiencia, se tarda demasiado tiempo en subir por las grandes colas y por la lentitud de los controles que hay que pasar, los cuales no sobran pero sí podrían ser más eficaces al hacerlos. La entrada básica no permite el acceso al observatorio, la parte más alta, y a menos que os garanticen que los cristales están limpios no vale la pena subir, ya que las vistas desde la terraza son prácticamente las mismas. Desde el ESB podremos disfrutar unas vistas sobre el Rockefeller Center, buenas vistas del edificio Chrysler, sobre Times Square y sobre el centro de Manhattan.
El Rockefeller Center es otro de los símbolos de Nueva York. Está formado por unos 19 edificios sobresaliendo uno de entre todos ellos por su altura. En su base está la mítica pista de patinaje sobre hielo y en su cima está situado el mirador llamado Top of the Rock. Para mí sin lugar a dudas son las vistas más espectaculares de la ciudad, al norte se puede ver Central Park y hacia el sur el Empire State Building y se ve también la luz emanando de Times Square.
La estatua de la Libertad, situada en Liberty Island, por lo que es necesario tomar un ferry para poder llegar a ella. Es posible subir a la misma y adquirir a mayores una entrada para entrar a la corona. Preparaos para hacer ejercicio porque hay que subir andando unas estrechísimas escaleras de caracol, al igual que para bajar. La corona es un lugar muy pequeño, para 4 o 5 personas como mucho para estar más o menos bien. A distintas alturas de la estatua hay algunos miradores exteriores desde los que tenemos buenas vistas de los rascacielos de Manhattan. Yo he estado el 28 de octubre, el día en el que la estatua cumplía 125 años, por lo que la seguridad era enorme y había actos oficiales en la isla en conmemoración.
El puente de Brooklyn une Manhattan con Brooklyn. Las mejores vistas son desde el mirador River Cafe desde Brooklyn con el skyline de Manhattan de fondo. Muy recomendables las vistas nocturnas.
Finalmente el futuro símbolo de la ciudad de Nueva York, la Freedom Tower, que está siendo construida en la actualidad en la zona cero en el bajo Manhattan y formará parte del nuevo World Trade Center reemplazando a las Torres Gemelas derribadas por el atentado terrorista el 11 de septiembre de 2001. Su construcción finalizará en 2013 y contará con una altura de 541 metros haciéndola la tercera más alta del mundo.
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